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Compartiendo Agri-Culturas: Escuelas campesinas

Actualizado: 10 ago 2023


“El fin último de la agricultura no es la producción de alimentos sino el cultivo y perfeccionamiento de los seres humanos”

Masanobu Fukuoka


La agricultura es una de las actividades económicas más importantes en México y es considerado como el sector productivo con mayor relevancia económica, social y ambiental. Genera cerca del 4% del producto interno bruto del país y emplea aproximadamente al 10% de la población.


Sin embargo, a pesar de la gran relevancia que tiene el agro mexicano en sus diferentes contextos, no se le otorga la misma importancia a las personas que le dedican su tiempo y esfuerzo a esta actividad.


Este sector de la población vive una severa crisis económica desde hace varias décadas. Se estima que cerca de los 26 millones de personas (campesinos, indígenas y pequeños productores) 80% se encuentra por debajo de la línea de pobreza y 16 millones viven en condiciones de pobreza extrema, ganando tan solo 17 mil pesos de ingresos anuales (y no siempre logran alcanzar esta cifra).


El círculo vicioso se cierra cuando, debido a la falta de recursos y oportunidades, no tienen acceso a modelos tecnológicos y capacitación técnica que les permitan un mayor desarrollo productivo, manteniendo estos datos estadísticos navegando siempre bajo los mismos números rojos.


Se han tratado de implementar diferentes modelos que permitan contrarrestar esta grande problemática, sin embargo, los pobres resultados de los esquemas convencionales utilizados en la educación y capacitación rural; la falta de seguimiento y en algunos casos hasta la falta seriedad de algunos miembros de las diversas dependencias involucradas no han logrado los cambios deseados.


Ante esta inquietud diversos grupos, dirigentes campesinos e instituciones educativas fomentaron nuevos enfoques que permitieran de manera más integral la enseñanza y capacitación a los campesinos para lograr así un mayor desarrollo.


Fue así como, por medio de muchos esfuerzos colectivos, en 1990 nacieron las ESCAMP (Escuelas Campesinas).


Escuelas Campesinas

Las Escuelas Campesinas (ESCAMP), son un modelo que pretende contribuir al desarrollo de las comunidades a partir del empoderamiento de las personas, que en primer lugar impulsa un incremento del capital social (confianza, colaboración, apoyo muto), y pretende generar una sinergia en la población del medio rural para que sean ellos mismos los que impulsen los procesos necesarios (Lozano, A. et al).


Estas escuelas no requieren de instalaciones de lujo con tecnología de punta, salones modernos con asientos cómodos, pantallas gigantes y aire acondicionado; este modelo de capacitación puede ser impartido a un lado de los cultivos, bajo la sombra de un árbol con asientos de tabla o botes de plástico.


Estos son espacios o sitios de capacitación y formación, informales, donde los campesinos intercambian saberes, conocimientos y experiencias generadas a través de su forma de vida y su relación con la naturaleza.


El proceso de capacitación y formación en las escuelas campesinas se desarrolla “de campesino a campesino”, mismo que requiere del apoyo de una persona que coordina o facilita el proceso de capacitación llamado “promotor comunitario”.


Las escuelas campesinas se orientan y se basan en los principios siguientes:


Conocimiento compartido

Recuperación del saber campesino

Comunicación “dialógica”

Desarrollo del pensamiento crítico

Defensa de la sustentabilidadIntegración de “práctica con teoría

Participación socia

Organización autogestionaria

Solidaridad y cooperación

Formación de ciudadanía democrática



En las escuelas campesinas, los asistentes se forman y capacitan en algunas de las siguientes actividades y prácticas agri-culturales:

  • Sensibilización de Productores

  • Organización Comunitaria

  • Agricultura familiar o de traspatio

  • Agricultura orgánica o sin uso de agroquímicos

  • Agroecología o agricultura ecológica

  • Ecoturismo o turismo de naturaleza

  • Organización autogestiva

  • Desarrollo rural participativo

  • Desarrollo endógeno

  • Rescate de artesanía local o comunitaria

  • Promoción de gastronomía regional

  • Tianguis de productos sanos, limpios e innocuos.

La importancia del campesino en este modelo es el mayor punto de referencia, ya que se tiene claro que ellos más que ninguna otra persona es el que conoce su tierra. Generación tras generación han trabajado arduamente para mantener sus cultivos y generar un sustento para sus familias.


Esta transferencia de conocimientos “campesino a campesino” ha permitido el crecimiento de las redes genera de manera práctica e integral, construyendo una mayor confianza y solidaridad en la lucha conjunta por el crecimiento del agro mexicano.


Es en estos espacios donde más que en ningun otro foro la Innovación Abierta se materializa. Donde el saber de los que aprendieron haciendo se convierte en prácticas implementadas en campo, en tratamientos que se utilizan, contextualizan y transforman de acuerdo a las necesidades del mundo real, donde semillas se intercambian para después adaptarse y combinarse con otras, creando variedades nuevas que llegan a nuestras mesas y a nuestro cuerpo, donde la observación, la experimentación y  la creatividad son las fórmulas por excelencia.


Aún falta mucho camino que recorrer para alcanzar la meta deseada, pero estos esfuerzos nos llevan a una visión del futuro de nuestro país, en el que el campo y los campesinos son un pilar importante en el desarrollo y crecimiento de nuestra sociedad, así que la próxima vez que llegue a escuchar que el “campo está aislado de la tecnología” y que “el campesino es reacio al cambio” piense en lo que desayunó hoy y recuerde que fue un agricultor y su linaje de empresarios e innovadores hizo posible que llegara a su mesa y que existiera en primer lugar.


Referencias:


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