Los vemos todos los días, en los semáforos, en los puentes, en las vías del tren. Hombres y mujeres, a veces con niños, a veces con bebés. Pidiendo ayuda para seguir su camino, para aguantar un día más. Son los migrantes quienes han dejado atrás su hogar debido a la falta de oportunidades, a la pobreza y también por supervivencia debido a los cambios ambientales como tsunamis, sequias, huracanes, inundaciones etc., detonados por el deterioro constante de la capa de ozono y el abuso indiscriminado de los recursos naturales.
Las catástrofes naturales y climáticas han dejado sin hogar a millones de personas, obligándolas a volverse refugiados ambientales y cambiando por completo su forma de vida. Tan es así que a la fecha ya son más los refugiados ambientales que los refugiados políticos.
Pero la problemática va más allá de la migración de poblaciones completas fuera de su hogar, el deterioro medioambiental no tiene fronteras y está repercutiendo en la calidad y cantidad de los alimentos disponibles para gran parte de la población mundial. Esto es debido a que un gran número de refugiados ambientales son en su mayoría granjeros y agricultores y que al ser desplazados de sus tierras y la labor agrícola en ellas, generan un decremento en la producción del sector primario.
Cada vez tiende a ser más imperativa la participación de la sociedad en las medidas para contrarrestar las problemáticas ambientales.
¿Pero qué es lo que esta detonado todas estas problemáticas?
El incremento en la demanda de productos junto con la falta de sensibilidad hacia él medioambiente, sumado a la pérdida de recursos naturales y espacios productivos está acentuando la pobreza y hambruna mundial.
Actividades como los monocultivos, la implementación de altas cantidades de agroquímicos, la labranza intensiva, así como la eliminación de la cubierta vegetal, la constante urbanización y el manejo insostenible del suelo, están generado la degradación de los ecosistemas, sucumbiendo en la emisión de CO2 a la atmosfera y favoreciendo el deterioro constante de la tierra, el agua, las especies nativas y obligando cada vez más a los habitantes a movilizarse y abandonar sus hogares y estilos de vida.
Sin embargo existen alternativas…
La agricultura orgánica es una herramienta crucial para contrarrestar las problemáticas medioambientales, debido a que los suelos desempeñan un papel importante en la adaptación y mitigación del cambio climático, además de mejorar la provisión de servicios eco-sistémicos; puesto que el suelo constituye la mayor reserva de carbono terrestre.
Mediante la implementación de técnicas de manejo sostenible de suelos, controles biológicos, rotaciones de cultivo entre otras medidas que favorezcan la biodiversidad del suelo es viable contribuir a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, las cuales son una de las principales causas del deterioro medioambiental.
Generar conciencia sobre los daños ocasionados por los malos manejos y las malas prácticas ya no es suficiente, se requiere el compromiso y solidaridad humana. El trabajo comunitario, junto con la agricultura familiar son el verdadero parte aguas del cambio ambiental.
¡Una propuesta de conciencia, unidad y cambio es lo que las problemáticas actuales demandan!

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